DIJO DIOS: "HAYA LUZ"

DIJO DIOS: "HAYA LUZ"
Y empiezas a comprender la inmensidad de tu existencia.

domingo, 2 de enero de 2011

NAVIDADES 2010

Un nuevo año ha comenzado, todos lo celebramos con fiestas y alegría, aunque para algunos es un día más y simplemente eso, la mayoría celebramos una nueva oportunidad para comenzar a realizar sueños, propositos, ilusiones,...
Con el mismo ritmo que la vida nos marca, vamos desarrollando etapas que se terminan, se cortan o las abandonamos para comenzar nuevos designios, caminos, decisiones,....¡ESE ES EL GRAN REGALO DE DIOS!!!!, al igual que cada día termina y nace uno nuevo, termina un año y comienza otro, cada segundo que vivimos tenemos la oportunidad de decidir por nosotros mismo que hacer el segundo siguiente, ya no importa todo lo pasado, solo importa el que va a seguir.
En esto días en los que mi vida y la de mi familia está teniendo tantos cambios, pido constantemente la iluminación del Espiritu Santo para acertar en el camino que nos marca la Voluntad de Dios. No es fácil renunciar a tantas cosas personales para atender a quien lo necesita, pero yo confío en que he elegido el camino que El nos marcaba en estos momentos.
Para el estas navidades están siendo muy distintas, primero porque está acompañado, también porque está conociendo por primera vez lo que es vivir unas navidades con la familia, está descubriendo la ilusión de unos regalos escondidos para la felicidad de los nietos, ...., el abuelo empieza a ser un niño más en estas navidades, aquel niño que con 6 años pusieron a trabajar y ya no recordaba, aquel que dejo de ver lo bonito de compartir ilusión y alegría, aquel que olvidó la sorpresa de unos regalos en la noche mágica de los Reyes Magos.

Mientras en estas fechas se mezclan sentimientos muy dispares, la pena del recuerdo de quienes nos dejaron, la añoranza de esas grandiosas celebraciones en casa de los abuelos, el dolor de la lejanía de algunas personas muy amadas, la tristeza por la situación de personas queridas que no podemos cambiar,..., aun a pesar de todo ello, reina la felicidad desde el convencimiento de que estamos poniendo un granito de arena en la felicidad de alguien.

Aunque ya casi han pasado estas fechas, aun nos quedan días, horas, minutos, segundos, instantes en los que podemos ser felices y dar felicidad; que el espiritu de la navidad nos impregne de su sentido de comienzo y felicidad y que para todos los que nos rodean seamos lámpara que alumbra sendas de paz.

EL NIÑO DIOS NOS COLME DE SUS BENDICIONES Y LAS SEPAMOS COMPARTIR.

1 comentario:

Marinela dijo...

Estas haciendo una gran obra, la primera es enseñar a tus hijos a amar y respetar a sus mayores y la segunda ayudar a un anciano a conocer el calor de la familia.
Besos.