DIJO DIOS: "HAYA LUZ"

DIJO DIOS: "HAYA LUZ"
Y empiezas a comprender la inmensidad de tu existencia.

domingo, 2 de mayo de 2010

EL GUSANILLO

Llevo un año y medio en el paro, como es natural y esperaba que así ocurriese..., he empezado hace unos días a sentirme cansada de la rutina y la monotonía de la casa, los niños y el marido. Esto de estar de ama de casa "SOLO", quema cuando pasa el tiempo y sientes que todos los días es lo mismo. Empiezas a recordar cuando trabajando tenías compañeros con los que compartías conversaciones, risas, puntos de vistas,...

Pero hoy he vuelto a poner los pies en la tierra. La verdad de una mujer que tiene un puesto de trabajo y lleva su casa, su marido y sus hijos, es que es estenuante. Hoy pensaba en que sí tuviese la suerte de encontrar un puesto de trabajo, volvería a estar corriendo todo el día. Volvería a tener que dejar a mis hijos antes en el colegio y empezarían también los gastos a aumentarse: la hora matinal y el comedor ya serían una entrada menos de lo que ganaría. ¡Uy!, si el trabajo estuviese retirado de casa tendría que ir en coche, sobre todo porque tendría que dejar a los niños primero en el colegio e ir corriendo al trabajo, y después a la salida recogerlos del colegio para volver a casa; vuelve a aumentarse el gasto porque el coche que dejó de funcionar al día siguiente de quedarme parada lo tendría que arreglar, pagarle el seguro que no lo pagué porque como estaba averiado..., pasarle la ITV..., y empezar a echarle 15€ semanales de gasolina. Y siguen los gastos, la ropa que me he comprado en estos meses está bien pero no para ír al trabajo, así que hay que reponer armario y complementos. Aparte hay que incrementarle el café de media mañana y el de por la tarde. Uf, ya no me iba a dar tiempo de estar llendo de un super a otro comprando aquí o allá lo que estuviese de mejor precio en cada sitio, ese es otro pico que carga la cuenta de gastos. Y para colmo mis hijos comenzarían a protestar porque no les puedo acompañar en actos del colegio, mi marido a protestar de que la casa no está perfecta, yo a agobiarme porque no soy una máquina que no se cansa de correr todo el día, los gastos a crecer y para la mierda que ganaría....

¡Calla, calla!, cuando he visto otra vez el plan me he acordado de que es verdad que el día 15 de cada mes ya está la cuenta en rojo y empiezas a hacer el pino para llegar al día 1, pero aun así se llega. Tengo tiempo y recorro los distintos super cuadrando precios y buscando ofertas. Con lo que hay se inventan menús y se sale victorioso del compromiso. Cada mañana llevo a los crios al colegio y los recojo sin tener que dejarlos un minuto más de los obligatorios y cuando hay excursiones los puedo acompañar. Parecerá una tontería pero cuando miro mi casa limpia y en orden me invade una extraña satisfacción. Miro a mi marido como se sienta en su sillón y se le ve feliz, orgulloso de lo que le rodea...

EL GUSANILLO de no sentirnos satisfechos con lo que somos o lo que tenemos es natural, el ser humano tiene un instinto básico de superarse y mejorar lo que es y tiene, pero es algo superior el ser capar de reconocer lo que cada uno es y tiene y darle el verdadero valor que tiene. Cuando vuelva a tener un trabajo, porque así espero que me suceda pronto, volveré a preocuparme de todo eso, pero hoy voy a disfrutar de mi casa, de mi marido y de mis hijos.

2 comentarios:

Marinela dijo...

¡Y como lo sabes! Todo lo que cuentas es el diario de millones de mujeres, por una parte buscan realizarse como madres, por otra como mujer en un trabajo fuera de casa, donde se le reconozca que puede desarrollar otro trabajo,ademas de ama de casa, muy digno pero muy poco reconocido.
Besos.

Lola dijo...

Amiga, al leerte he recordado lo difícil que es ser esposa y madre, pero sobre todo mujer trabajadora fuera y dentro del hogar, eso no lo comprenden los hombres, que después de trabajar llegan a casa y se sientan a ver la tele y para ellos ya ha terminado la jornada, así es la vida.
Yo se que todo lo que cuentas es verdad, y así seguirá siendo y habrá que pensar si hay que decidir si se queda una en casa haciendo mas números que Pitágoras, pero así ha sido siempre.
¡Ah! Y mi hermana, a estas horas ya esta preparándose para ir a trabajar en el turno de noche, hoy le toca, es una mujer trabajadora fuera y dentro del hogar, esa es su vida, ella sonreirá cuando lea lo que has escrito sobre ella.
Gracias por entrar a verme en mi blog. Un abrazo