Hoy recordé un poema que escribí con 15 años:
"Que cansancio de la vida,
que cansancio de vivir;
estoy harta de mi misma
ya de tanto sufrir.
¡Que nadie más se ría!,
¡que no hablen más de mí!.
Que olviden que existía,
que olviden que existí."
Gracias, Señor, porque cuando miro lo que hoy soy, veo tu inmensa MISERICORDIA para conmigo. Hiciste posible que de la total destrucción renaciera, como Ave Fénix, una persona que es capaz de ser FELIZ. Desde la simplificación de mi vida me enseñas la INMENSIDAD del alma.
Gracias, porque desde mis 44 años, puedo mirar al pasado sin llorar y al futuro sonriendo.
DIJO DIOS: "HAYA LUZ"
lunes, 26 de abril de 2010
sábado, 24 de abril de 2010
SERENIDAD
Hoy me dolía la cabeza desde que me desperté, no tenía ganas de levantarme y remoloneé en la cama mientras miraba a mi hija dormida a mi lado. Hubo décimas de segundo en los que empezó a embargarme la prisa por levantarme a ponerme a trabajar, pero ..., enseguida me invadió una dulce serenidad: ¡no hay prisa!.
Volvió a hacerse la luz y fui conciente en un instante: me he llevado toda mi vida corriendo, intentando llegar a algo que se me escapaba, no era capaz de discernir ese sentido que daba tanta prisa a mis dias,..., pero hoy he sido plenamente consciente de que a lo que aspiraba lo he conseguido: ¡SOY SUMAMENTE FELIZ CON LA VIDA QUE AHORAMISMO TENGO!.
Nada es perfecto, y soy consciente de ello; mi vida tiene, como cualquier vida, altibajos, conplicaciones, tribulaciones, decepciones,..., incluso habrá veces en las que piense que es una porquería, pero a pesar de ello: SOY FELIZ.
¿Como es posible ésto? Me miro y veo que he dejado en el camino mucha rebeldía, los choques de la vida me han ido puliendo y la paciencia es una suave piel que adorna mi existencia. Es verdad que la madurez da serenidad, esas luchas internas ya casi que no existen, la claridad y la seguridad de lo que una siente y quiere es una dulce sensación que se disfruta doblemente al ver el trabajo que ha costado llegar a ellas.
Ahora, iré a descansar, y aunque el cansancio del día pesa sobre mis parpados, doy gracias por el día vivido y pido que los venideros tengan la dulce serenidad que he disfrutado hoy.
Volvió a hacerse la luz y fui conciente en un instante: me he llevado toda mi vida corriendo, intentando llegar a algo que se me escapaba, no era capaz de discernir ese sentido que daba tanta prisa a mis dias,..., pero hoy he sido plenamente consciente de que a lo que aspiraba lo he conseguido: ¡SOY SUMAMENTE FELIZ CON LA VIDA QUE AHORAMISMO TENGO!.
Nada es perfecto, y soy consciente de ello; mi vida tiene, como cualquier vida, altibajos, conplicaciones, tribulaciones, decepciones,..., incluso habrá veces en las que piense que es una porquería, pero a pesar de ello: SOY FELIZ.
¿Como es posible ésto? Me miro y veo que he dejado en el camino mucha rebeldía, los choques de la vida me han ido puliendo y la paciencia es una suave piel que adorna mi existencia. Es verdad que la madurez da serenidad, esas luchas internas ya casi que no existen, la claridad y la seguridad de lo que una siente y quiere es una dulce sensación que se disfruta doblemente al ver el trabajo que ha costado llegar a ellas.
Ahora, iré a descansar, y aunque el cansancio del día pesa sobre mis parpados, doy gracias por el día vivido y pido que los venideros tengan la dulce serenidad que he disfrutado hoy.
lunes, 19 de abril de 2010
ADIOS FANTASMAS
Desde la lejanía de los años, miro y veo muertos los fantasmas que tanto me hicieron llorar en esos años de encarnecida lucha. No sé si fueron los años por sí mismos o si fue el duro esfuerzo de madurar el que los mató, pero sí es cierto que hoy soy capaz de recordarlos sin que me duelan. Hablo de fantasmas y, habrá quien piense que me refiero a acontecimientos, ¡no!, me refiero a vivencias profundas que te desgarran el alma y el corazón, sensaciones tan dolorosas que no crees pueda haber consuelo.
Hoy te miro a tí frente a frente, tu que aplastabas mi mente y mi corazón hasta hacerme llorar días y noches, hoy ya no me dueles, "SOLEDAD". Aún recuerdo como deambulaba buscando no sentirte, pero morían los días unos tras otros y seguias siendo mi única compañera. Buscaba entre la gente quien pudiera ayudarme a desterrarte de mi lado pero seguias imperturbable conmigo; te intenté combatir con tu misma arma y desde el retiro y el silencio solo conseguí definirte aun más. Hoy, ¿donde estás, soledad?, no sentí que te marcharas y sin embargo ya no me dueles. Ahora eres una dulce compañera que me acompañas en la vorágine de la vida. Sin darme cuenta acepté mi propia realidad y dejé de luchar contra mí misma. Se fue disipando el dolor cuando acepté que la soledad es la compañera de cada alma y empecé a sentirme como lazarillo de mi propia vida. ¿Quien mejor que yo misma para acompañarme en este caminar? Yo sé lo que quiero, lo que necesito y lo que me gusta, entonces...¿por qué no decidir yo conmigo misma?. Cuando comencé a sentirme responsable de mis propias decisiones desterré esa dolorosa sensación de SOLEDAD.
Hoy te miro a tí frente a frente, tu que aplastabas mi mente y mi corazón hasta hacerme llorar días y noches, hoy ya no me dueles, "SOLEDAD". Aún recuerdo como deambulaba buscando no sentirte, pero morían los días unos tras otros y seguias siendo mi única compañera. Buscaba entre la gente quien pudiera ayudarme a desterrarte de mi lado pero seguias imperturbable conmigo; te intenté combatir con tu misma arma y desde el retiro y el silencio solo conseguí definirte aun más. Hoy, ¿donde estás, soledad?, no sentí que te marcharas y sin embargo ya no me dueles. Ahora eres una dulce compañera que me acompañas en la vorágine de la vida. Sin darme cuenta acepté mi propia realidad y dejé de luchar contra mí misma. Se fue disipando el dolor cuando acepté que la soledad es la compañera de cada alma y empecé a sentirme como lazarillo de mi propia vida. ¿Quien mejor que yo misma para acompañarme en este caminar? Yo sé lo que quiero, lo que necesito y lo que me gusta, entonces...¿por qué no decidir yo conmigo misma?. Cuando comencé a sentirme responsable de mis propias decisiones desterré esa dolorosa sensación de SOLEDAD.
martes, 13 de abril de 2010
EN EL PRINCIPIO...
Yo, extraña experiencia; no recuerdo mi primera sensación al tomar conciencia de mi existencia, pero cierro los ojos y siento como si fuera en estos momentos la primera vez que soy conciente de que ...¿existo?, ¿siento?, ¿pienso?, ...¡¡¿¿¡¡qué exprerimento!!??!! ...... INMENSIDAD Y PAZ.
"En el principio" era un ser que naufragaba en la oscuridad, no había rumbo ni timón, vivir lo que se presentaba intentando no desaparecer era la única preocupación, pero... "dijo Dios:"haya luz"" ..., y.... me descubrí en toda la inmensidad de mi misma, y entendí en mí la inmensidad de cada uno de los seres que me rodeaban, y gocé de felicidad sintiendo la creación tan maravillosa que me envolvía.
Pero, no existe el cielo en la tierra, abro los ojos y vuelvo a la realidad, vivo el día a día como uno más pero procuro buscar esa felicidad y transmitirla a quien la pudiera estar buscando.
Escribo,y cuando leo lo que he escrito, pienso que he puesto palabras sin sentido, frases enreversadas que nada dicen, pero ...., no importa, ¡siento que mi pecho se inflama en fuego que me consume de felicidad!
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