UN DIA MAS

Hoy ha sido un día más.
Un días más sin tí, sin tu presencia, sin tu rostro, sin tus palabras, sin tus abrazos ni besos; un día más sin tu mirada reflejada en mi mirada.
Y llevo así ya más de seis meses y en vez de dolerme menos, cada día me duele más.
¡¡¡Ay, mami!!!, y ... ¿como soportar esta soledad que ahoga mi alma?
Tu descansaste, pero que sola me siento sin ti.
Hoy, al menos, puedo enfrentarme a mi misma en el blanco de una hoja para decirtelo.
Te quiero, madre, aunque estés ...."lejos de mi".

LOS HILOS

Dicen que no hay mayor ciego que el que no quiere ver, aquel que no quiere ver su debilidad, ni su miseria, ni torpeza, aquel que se queda nadando en su propia pena, pero sobre todo, aquel que para salir de su propio dolor decide abofetear a los demás con su propia miseria.

Señor, ha sido tan continua y tan clara la crítica constante a mis defectos, a mis miserias, a mis limitaciones, ...., que hace tiempo que no me molesta que me digan lo cutre que soy, ni me enoja que se me critique por como soy, o como me comporto, o como me visto, por como hablo o como me muevo. Llevo toda mi vida asumiendo mis limitaciones, hasta el punto que dudo incluso de lo que tengo plena certeza.

Pero hoy me vuelves a dejar descubrir cuales son los hilos con los que hilas nuestras vidas.

LA MUJER FUERTE

Ella es la mujer fuerte que nos ha enseñado y nos sigue enseñando día a día, la que nos demuestra con su propia vida que cada día  hay que levantarse presentando batalla a las limitaciones que nos rodean.
Ella,  que es consciente de su enfermedad y cuenta uno a uno los días que se levanta, sigue poniendo ilusión y nuevas metas en su día a día.
Nada la frena, ni el saber que se esta muriendo, cada día tiene algo por lo que levantarse, no se deja hundir por el miedo al final.
La mujer fuerte, esa es mi madre.

BUENOS DIAS

Buenos días, Señor.
¡Ay, como me he levantado hoy!
Esta mi alma tan cansada, es tan pesada la carga y tan duro el camino que debemos andar en estos días, que no tengo fuerzas.
Úngeme, Señor, con tu Santo Espíritu, para poder aceptar estos momentos; para poder tener fuerzas y seguir caminando; para poder entender cual es tu voluntad y discernir qué es fruto de mi propia miseria y debilidad. Reaviva la fe que me diste con el Bautismo, que no se me esfume entre el mundanal dolor ni la desesperación humana.
¡Ay, Señor, que se nos va!, ¡ay, Señor, que te la llevas!, que pierdo oir sus palabras, sus besos, sus caricias, sus abrazos, ...¡ay, madre de mi vida!, ya no se si lo peor es saber que te vas o pasar los minutos y las horas y los días intentando llevar la mayor posible normalidad.
Quisiera poder pegarme a ti como polluelo recién nacido y olvidarme de todo y de todos; cada segundo es una cuenta atrás sin remedio.
"Te quiero, mami!, es lo único que puedo decirte cuando estoy a tu lado. "Te quiero, mi niña!, es lo único que me dices cuando estoy contigo. Y con el silencio nos decimos lo que solo el alma escucha y entiende.
¡Ay, Señor!.
¡Ay, Madre!

ACEPTACION

Cuando oyes hablar de determinadas enfermedades, nunca piensas que te van a tocar ni por asombro ni a ti ni a tu familia, sin embargo, cuando te dan la noticia, ..., entras en una burbuja en donde todo es un mundo aparte.

Cuando la veo malita, recostada con su cara de dolor, acurrucada para no molestar con su queja ..., ¡Dios mio, ¿qué puedo hacer?!. Mi silencio a su lado es una constante suplica de misericordia, mi suave caricia intenta dejar en su piel todo el amor que mi alma siente.

Miro al cielo y acepto, pero duele, duele el pecho y el alma.

ESTE DESIERTO

 Este desierto por el que mi alma vaga, exento de todo y con solo arena en mis pies, me hace mirar a donde solo puedo pedir paciencia, fuerzas, esperanzas, ...: "levanto mis ojos a los montes, ¿de donde me vendrá el auxilio?, el auxilio me viene del Señor que hizo el cielo y la tierra".

"No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme, no duerme ni reposa el guardián de Israel" y me abrazo a Ti,  ¡es tanto el miedo!, ¡tanta la impotencia a poder seguir caminando ...!, que llegan a pasar los días con el alma anestesiada antes de atreverme a dar un paso que me pudiera llevar a caer en el más profundos de los abismos.

"El Señor te guarda a su sombra, el Señor está a tu derecha; de día el sol no te hará daño ni la luna de noche" ,  y suspira el alma mia,  esta fe que me diste es mi sombrilla; esperaré a que llegue la noche llenas de estrellas para calmar el calor del día.

"El Señor te guarda de todo mal, El guarda tu alma; el Señor guarda tu entradas y salidas, ahora y por siempre", pues ..., descansa alma mía en el Señor, ahora y siempre.

AMAR